miércoles, 25 de junio de 2008

El rock en Mar del plata - un ruido molesto

Estamos ante otra medida que solo beneficiarà a los pocos, por no decir a la unica persona que maneja el ambito musical en nuestra ciudad .
Si te llega este mensaje es porque directa o indirectamente tenes algo que ver con las bandas locales. Ya sea como publico, como grupo o como dueño de algun pub de Mar del Plata. El jueves 26 de junio se va a tratar en el Consejo Deliberante una ordenanza para prohibir los shows en vivo en todos los pubs y bares de la ciudad.

En Mar del Plata existen más de 300 bandas y cada vez son menos los lugares para tocar. Si esta ordenanza se hace efectiva nos vamos a quedar sin espacios para mostrarnos en vivo
Te esperamos a las 10:30 del jueves en la Municipalidad.

Gracias y reenvia este mail a todas las personas que puedas para seguir con la cadena.
Alfredo Di Florio - Mar del Plata(0223) 486 4989 //
(0223) 486 4988(0223) 155 678721

sopa de caracol




Watanegui consup Iupipati Iupipati Wuli Wani Wanaga Iupe! Iupe! Watanegui consup Wuli Wani Wanaga

como una banda de honduras logra el exito masivo?

tarea dificil

como lo hace con esa letra?

mucho mas dificil aun

la explicacion(aparte del ritmo tropical pegadizo) seria...

el inigualable bigote del cantante

con uds... banda blanca y sopa de caracol

martes, 24 de junio de 2008

TV or not TV




En un nuevo desafío que solo logra explicarse a partir del delirio de una mañana de junio, del vaciamiento que produce esta sociedad, de la sobre-estimulación que no nos deja pensar un segundo o lisa y llanamente por aburrimiento me propuse no mirar más televisión.
En unos meses en los cuales la televisión sin piedad llevó al “pueblo” como ganado a agarrar una cacerola y “auto convocarse” .Una manifestación en la cual la bandera fue la falta de bandera misma, la falta de ideal, postura, criterio, conciencia social, histórica y de clase. Pero la más seria e importante fue la falta de información, más concreto sería la tergiversación de la misma. Eso fue lo que se podía observar si se miraba más allá del ruido de la cacerola, una bandera blanca.
Pero más allá de eso, la cuestión era hablar de dejar de mirar televisión. Al plantearme la idea pensé en el cambio que se podría llegar a lograr en mí con eso y sin ser muy optimista me interesó la idea. La idea básica es lograr el mismo nivel de concentración que logra sacarme la TV y aplicarlo a la lectura o aprovechar el tiempo en otras actividades, digase lectura, música, orfebrería o práctica y divulgación del ocultismo.
Otro aspecto que quería analizar está vinculado a lo social, ¿Cuánto nos une la televisión?, ¿Qué es menester mirar hoy por hoy para poder vivir en sociedad?, ¿Cuántas conversaciones incluyen propagandas comerciales?, ¿voy a extrañar a de angelis?, ¿a Marcelo Hugo?, ¿a Mario?, ¿voy a necesitar su desinteresada compañía?
Todo esto y mas, mucho más en un formato de 30 días en una casa en un bosque. ¿Qué resultará de todo esto?, nadie lo sabe.
Lo importante es que haya cerveza porque “sin televisión y sin cerveza….”

jueves, 12 de junio de 2008

Solo un articulo, informacion objetiva.



Retenciones móviles e inflación

Una medida que llegó para quedarse Por Fabián Amico*

Las variaciones en el valor del dólar determinan el precio en el mercado interno de los productos exportables (agropecuarios). O lo que es similar: si el valor del dólar está fijo (como hoy, que se sitúa en torno a 3 pesos) y los precios internacionales de los productos exportables aumentan, entonces ese aumento se traslada al mercado interno. Veamos esto con el ejemplo de la carne. Más o menos el 20 por ciento de la producción se exporta y el resto se destina al mercado interno. Supongamos que hay un aumento del precio internacional de la carne mientras el dólar permanece fijo (3 pesos). Sería el caso en que un kilo de lomo, que ayer valía 10 dólares en el mercado internacional, pasa a costar 12,5 dólares. Por cada kilo exportado el exportador pasó de obtener 30 pesos a percibir 37,5 pesos. Como gana más vendiendo la misma cantidad, y como Argentina no puede incidir en el precio internacional (su nivel de producción en el mercado mundial es muy pequeño), ese exportador va al mercado de Liniers y demanda más vacas, haciendo que su precio suba frente a un stock dado de vacunos. Pero el mercado de hacienda es el mismo para todos los que participan en él y no hay modo de separar las vacas que demanda el exportador de las que demanda Coto o la carnicería del barrio, que son destinadas al consumo interno y no tienen nada que ver con la exportación. De modo tal que si hay más demanda y el precio sube, esta alza se produce para todas las vacas: las de exportación y las que van al mercado interno.

Retenciones móviles e inflación

/ Fabián Amico

Así, el aumento del tipo de cambio (el dólar) o el alza del precio internacional con tipo de cambio fijo determinan el alza del precio de todos aquellos productos que cuentan con mercado de exportación, aunque la producción en su mayoría se consuma en el mercado interno. La venta en el mercado interno no se realiza a un precio menor a la que se podría obtener exportando la producción. Un aumento del precio en dólares de la carne (sea por devaluación de la moneda o por aumento del precio mundial, o por ambos) sube el precio en pesos que reciben los exportadores y más o menos automáticamente sube el precio en el mercado local. A esto se le llama “efecto de arrastre”. Este “efecto de arrastre” varía en importancia según el peso que tenga el producto exportable en el consumo interno. Si el producto exportable es la soja (que aquí no se consume) el “efecto arrastre” es débil o casi nulo. Pero Argentina exporta carne, cereales y productos frescos y el aumento persistente del precio internacional de estos bienes conduce a fuertes alzas de precios en el mercado interno mediante el mecanismo descripto antes. Como esos bienes integran la canasta de consumo de los asalariados, el alza de su precio determina automáticamente una baja del salario real y un menor nivel de demanda interna. Luego, este “efecto de arrastre” agudiza la puja distributiva y potencia la inflación originalmente disparada por el alza del precio de los alimentos. En suma, ese “efecto de arrastre” significa una transferencia de ingresos desde los asalariados y toda la sociedad hacia el sector productor de los exportables (agropecuarios). Veamos de cerca cómo está formado el precio de los bienes exportables (en este caso agropecuarios). Dicho precio se forma mediante la suma de un costo de producción y una ganancia “normal” sobre ese costo: costo + ganancia “normal”= precio interno “normal”. El inédito aumento del precio internacional de los alimentos con costos medidos en pesos devaluados (transportes, combustibles, salarios, etc), le brindaron al sector agropecuario en su conjunto un nivel de ingreso muy por encima de ese precio “normal”. A esa diferencia entre el precio internacional y el precio “normal” (que ya incluye una ganancia), se le llama “renta”. La renta es una ganancia extraordinaria derivada del monopolio sobre un recurso natural (en este caso, la tierra).

Según los investigadores Javier Rodríguez y Nicolás Arceo de la Universidad de Buenos Aires, la renta apropiada por el sector agropecuario se multiplicó por cinco medida en pesos desde la devaluación: era de 72 pesos por hectárea en la convertibilidad y en 2004 rondaba los 370 pesos. En la década de la convertibilidad, el sector obtuvo ingresos por 5200 millones de dólares anuales promedio, de los cuales 1000 millones fueron renta anual promedio. Entre 2002 y 2004, en cambio, los ingresos totales promedio fueron 7850 millones de dólares por año, de los cuales 3000 millones de dólares promedio por año fueron de renta. O sea, la renta se triplicó en dólares. En este marco, la aplicación de retenciones a las exportaciones (que en la práctica constituyen impuestos a la renta de recursos naturales), se volvió una opción forzoza. Por otro lado, los elevados precios internacionales han permitido un aumento inédito de la rentabilidad en el sector agropecuario, aun con la aplicación de retenciones. En 2007 se ubicó un 72 por ciento por encima de la registrada durante la vigencia del plan de convertibilidad

Estos altos niveles de rentabilidad del agro se han traducido en un extraordinario incremento en el valor de la tierra, especialmente en la región pampeana, donde el precio en dólares de la tierra ha llegado a ubicarse un 171 por ciento por encima de los valores del quinquenio 19951999. Y a comienzos de 2008, los precios continúan evidenciando una tendencia alcista. Después de 2004 los costos internos aumentaron levemente, pero nunca para amenazar los impresionantes niveles de rentabilidad. Como dice el investigador Osvaldo Barsky, “los precios de los granos en el último trienio han aumentado a razón de 80 a 120 por ciento por año. Contra semejante suba no hay costo interno que haya crecido en esa proporción ni nada parecido”. Algo similar corroboran Rodríguez y Arceo: “Con respecto al valor promedio que registraron en 2006 y 2007, en la actualidad se observa un aumento del 86,9 por ciento en el caso del girasol, de un 75,7 por ciento en la soja y de un 59,2 y 43,4 por ciento en el caso del maíz y del trigo, respectivamente. El precio internacional de estos productos en dólares constantes es el más alto de los últimos 25 años, con la única excepción del maíz, que registró cifras similares en 1996”. Ante este escenario de infla ción creciente (especialmente en los alimentos) el gobierno optó por subir las retenciones (impuestos) a las exportaciones de alimentos, ahora con carácter “movil”. ¿Qué significa esto? El gobierno aplicó un impuesto a las exportaciones agropecuarias que “poda” el ingreso de los exportadores y los deja con un precio efectivo similar al que tenían en diciembre de 2007 (una rentabilidad de 1223 pesos por hectárea para la soja y 1038 en promedio para otros cultivos como dice el cuadro) . A partir de ahora, si el precio internacional de la carne sube más allá de cierta magnitud, ese impuesto subirá acompañando tal suba hasta capturar la diferencia de ingresos originada por el aumento, de modo que el exportador (y todo el sector agropecuario) siguen ganando lo mismo. De igual modo, le asegura un “piso” a los exportadores ya que si el precio mundial cae, el impuesto se hace menor. Dicho impuesto (retenciones) poda parte de la renta sin afectar la ganancia “normal”. Así, al no haber suba del ingreso de los exportadores en pesos, no habría “efecto de arrastre”. Por ende el precio de la carne en el mercado interno debería reducirse y la inflación podría finalmente desacelerarse. En suma, lo que hacen las retenciones es diferenciar los precios internos respecto de los vigentes en el mercado internacional. Además, la aplicación de las retenciones se hace de manera diferencial, cargando menos sobre los cereales y más sobre la soja, insinuando una estrategia de desaliento de la “sojización”. El aumento de las retenciones a la producción sojera mejora la rentabilidad relativa de otros cultivos, así como de la producción ganadera. En esta actividad, la mejora podría permitir la expansión ganadera en terrenos antes dedicados a la producción agrícola. Por supuesto, esto no es la solución final para el problema de la inflación y para el desarrollo agropecuario. Pero debe asumirse que en el contexto actual el recurso a la herramienta de las retenciones es casi forzozo. Como advierte Barsky, “lo que la gente de campo debe entender es que con las retenciones no hay marcha atrás. Ningún político, ni Macri, va a salir de este esquema, salvo que sea un suicida. Si los productores agropecuarios no entienden esta cuestión no pueden discutir nada. Las retenciones son una condición necesaria del bienestar general, incluidos ellos”. A partir de aquí queda pendiente un debate acerca de qué se hace con esos fondos adicionales que ingresan a las arcas fiscales. Ciertamente, el aumento de las retenciones podría afectar la rentabilidad de algunas pequeñas explotaciones. La situación especial de los pequeños y medianos productores debe atenderse con políticas espcíficas basadas en el esquema general de retenciones, y no en su supresión. Muchos pequeños productores tienen dificultades en la provisión de semillas y fertilizantes, y mantienen una relación desventajosa con el comercializador y el exportador. Deben existir a tal efecto estrategias específicas. Pero tal apoyo no puede basarse en la supresión de las retenciones que conducen a incrementos de renta y transferencias de los bolsillos de los asalariados hacia el campo en forma indiscriminada. Sería como pretender ayudar a las Pymes industriales aumentando el precio de todos los productos industriales que pagan los asalariados.

miércoles, 4 de junio de 2008

Somos los massacre, un beso

El pasado 31/5 en el “templo del rock” denominado popularmente se dio una contradicción muy grande. Una banda de culto logró lo que sólo logran las bandas masivas o mainstream, llenar obras en una fecha en la cual tocan ellos solos.
Al llegar al lugar la expectativa era muy grande, uno puede saber que tan ecléctica es una banda mirando las remeras rockeras de sus fans. Predominaron ampliamente las orientadas al punk, digamos RAMONES, Misfits y demás…
A medida que se acercaba la hora el recinto comenzó a llenarse a pasos agigantados, mientras de las cajas salían sonidos de pájaros que podían irritar a kung fu con 1 rivo y medio encima.
La puesta en escena como también las imágenes que pasaron en el “mamut - telón” fueron de los platos fuertes, demostrando la preparación y profesionalidad de la banda. De las cajas colgaban dos banderas de muñecos del mamut, un teletubbie con la cara de KISS. Una genialidad.
A cada tema tocado había preparado un video alusivo a la letra, como también el intervalo que estuvo protagonizado por una serie de comerciales estadounidenses de la época de los 50, más que divertidos y bizarros.
Pasemos a la música. El show fue sencillamente demoledor. Arranco con un despegue de un cohete en el telón, sonido estridente y pum… la octava maravilla, nuevo día y tres paredes. Listo, ya estaba hecho. Iban 10 minutos de show.
A este momento la gente empezó a alentar al recuperado Fico, que había estado al borde de la muerte meses atrás a causa de un accidente [no dedicarle un disco a gaby Ruiz Diaz]. Fico agradeció muy emocionado al público, y se lo dedicó a su mujer, a la gente y “ A Jerry García”…. Ahí la gente estalló.
El resto fue un repaso vertiginoso y sin respiro sobre toda su discografía, para la alegría de la monada que esperaba escuchar temas viejos. Siempre el público de bandas de culto reniega del éxito de su banda, alegando que los viejos recitales en los que había dos personas y un perro son mejores a los masivos, y que los temas inéditos son siempre superiores a los que suenan en la radio. Pero no vamos a hablar de ellos ahora.
A esto repaso discográfico correspondieron sentidos agradecimientos entre tema y tema, hasta en el tema de cierre con el cuelgue lisérgico agradeciendo al gordo Flavio. Creo haber vivido la mejor manera de agradecer.
El chow duró neto dos horas y media, 3 contando los cortes y demás. Como recuerdo queda una banda que logró llegar sin venderse, el eterno agradecimiento de ellos al público y el hecho de que haciendo música se puede igual llenar un obras.
Tracklist

1.La Octava Maravilla
2.Nuevo Dia
3.Tres Paredes
4.Te Arrepiento
5.A Jerry Garcia
6.Invasoras Amazonas
7.Te Leo Alreves
8.From Your Lips
9.Vienen Zombies
10.Angelica
11.Try to Hide
12.Divorcio
13.Juicio a un Bailarin
14.Maggie May
15.La Orquidea Blanca
16.Compulsion
17.Clavos y Globos
18.Cuasi Delictual
19.Heredan la Tierra
20.Sofia, La Supervedette
21.1984
22.Seguro Es Por Mi Culpa
23.Mi Mami No Lo Hara
24.La Reina De Marte
25.El Espejo
26.La Epidemia / Resurreccion

Bises

1.Some Day Never Comes
2.Plan B: Anhelo De Satisfaccion
3.Armas
4.Diferentes Maneras
5.You Really Got Me